Argentine Yuht Dinner

Siempre me caractericé por ser una de esas personas que les gusta estar rodeada de personas. Creo que se debe a dos cosas: soy una persona con empatia y no me gusta estar solo (me aburro). Como ya vieron, desde que empecé a escribir el blog, no pasan dos semanas sin que les cuente de algún personaje nuevo en mi vida. Puede que conozca a alguien en una fiesta (como paso con El Negro y Hernán) y ya a los cuatro días los invite a casa a comer algo. Algunos lo consideran una locura, pero que le voy a hacer, soy una persona que le encanta relacionarse y además tengo un alma servicial.

El hecho de irme tan lejos de mis raíces no iba a cambiar mi escénica. Al contrario creo que mis ganas de rodearme con gente que comparta mis valores primarios se incremento. Esto hace que me sea más difícil interactuar con la comunidad local, dado que paso bastante tiempo interactuando con argentinos. Algunos de los argentinos que conozco me están llamando “Roberto Carlos”, por que según ellos tengo un millón de amigos. Por que siempre que me cel suena es algún argento que ellos todavía no conocieron y yo que llegue hace tan solo 3 meses ya me relacione con ellos! Es divertido…

Entre ese millón de amigos, la cantidad de población joven es chica. Bastante más pequeña de lo que me podría haber imaginado. La mayoría de las personas que emigran tienen de 30 pa arriba y los jóvenes adultos somos una especie en extinción por lo visto. Hasta ahora conocí tan solo a seis. Como buen “Roberto Carlos” tuve la brillante idea de juntar a toda este derroche de talento joven argentino desparramado por Syd y organizar una cena. El objetivo: que se conozcan, ver si hay buena onda, y poder organizar futuras salidas.

Así fue como el día de ayer organicé lo que se conoce como el “Argentine Youth Dinner”. Invite a todos las pequeñas proezas argentinas a cenar a casa. Algo muy divertido dado que los chicos entre ellos no se conocían. Sin embargo todos se prendieron y se coparon con la idea de conocer mas gente que este viviendo cosas parecidas. Por lo cual termine invadiéndole la cocina a mis roomates con gente. Éramos siete: Yanina, Pao, Gon, Hernán, El Negro, Daniel & yo. Si bien la idea era hacer algo típico argentino, unas empanadas o unos churrasquitos, terminamos comiendo una tarta, rizotto y de postre frutillas con crema. Un manjar!!

Como buenos argentos cenamos tipo nueve de la noche y con sobre mesa y todo, la joda termino como a las doce de la noche. Tratamos de quedarnos tranca para que mis roomates que estaban arriba no se quejaban del ruido y así fue. Todo tranca! Por lo cual no quita que se realicen futuras reuniones!